La Técnica del MOSAICO

La Técnica del MOSAICO con papeles de colores recortados para el desarrollo PSICOMOTOR:
Esta técnica además de encantarles a los niños desde edades tempranas (la recomiendo a partir de los 3 añitos, utilizando tijeras especiales para niños sin punta) nos permite estimular el área PSICOMOTRIZ, trabajando la coordinación bilateral, la motricidad fina, la destreza viso-manual, la percepción viso-espacial y fortalece el agarre de pinza.
Por otra parte, esta técnica nos ayuda a trabajar la ATENCIÓN, ya que se necesita una cierta planificación, anticipando el orden de nuestro diseño, por ejemplo: primero pegaremos los mosaicos que correspondan a la forma general de un rostro a modo de “fondo” y luego los ojos, los labios, la nariz…etc. El grado de concentración necesario y la manipulación de los materiales artísticos la convierten en una actividad muy relajante, he tenido la oportunidad de trabajar con niños con ansiedad, hiperactividad y/o problemas de atención con resultados muy positivos.
Como actividad artística educa la estética, la sensibilidad al color y la creatividad de los pequeños.
Materiales:
1. Cartulina para la base del proyecto.
2. Tijeras (preferible de plástico y sin punta para niños)
3. Papeles o cartulinas de colores.
4. Pegamento en barra.
Pasos:
1. Recomiendo mostrar a los niños imágenes de mosaicos realizados por artistas. La obra de Gaudí es un gran ejemplo.
2. Enseñarles la posición correcta de los dedos en los orificios de las tijeras si ya no lo han aprendido.
3. Elegir los colores a utilizar y armar nuestra “paleta” de colores. Recortar las cartulinas y/o papeles de colores en “piezas” de formas cuadradas de alrededor de 1 a 2 cm, para pasar luego a las formas curvas más difíciles.
4. Esbozar una idea sobre la cartulina base (tema libre) pasar el pegamento por las zonas que se deseen rellenar y por último ir pegando los mosaicos hasta completar el diseño.

La manualidad o técnica del mosaico consiste en la elaboración de un motivo combinando trozos de papel de colores. El trabajo de creación de un mosaico es ideal para los más pequeños debido a la facilidad con que se crean figuras y el bello resultado final.

Imprime algún motivo que encontrarás al final de la página y coloréalo a tu gusto.

Coloca otra hoja blanca encima de la del motivo. De esta manera se puede entrever el dibujo a través de la hoja blanca (ésta debe ser de poco gramaje) 

Coge hojas de diferentes colores y recorta trocitos pequeños según las partes del dibujo.

Ve encolando los trozos sobre la lámina blanca, tapando poco a poco el dibujo inferior con los trozos de colores.

Ahora retira la hoja inferior, la del dibujo coloreado, y aplica un poco de fijador sobre el mosaico para evitar que los trocitos se desenganchen con el tiempo.